Se que has soñado conmigo, otra vez, pero en esta ocasión ha sido diferente.
Lo recuerdas todo con absoluta nitidez y caes en la cuenta de que no fue un sueño; te cogí de la mano y te llevé allí donde siempre habías querido estar.
Alcanzaste tus fantasías mas profundas en la confianza en la que supe apreciar y reconocer tu entrega a Mi.
Veías tu reflejo en Mis ojos. Sentías el calor de Mi piel. Recuerdas como te estremecías entre Mis brazos, como te perdías en un abismo a cada orden y caricia.
Cierras los ojos y vuelves a vivirlo con la misma intensidad, sabiéndote Mia.