Las sesiones son demasiado cortas y la espera se hace eterna…
Internado conmigo, sufriendo los rigores de mi dominio, es donde te sientes vivo. Continuamente controlado, vigilado y adiestrado. Avanzando en tu condición bajo Mi tutela. Estarás a mi merced en los escenarios más adecuados a los juegos que te tenga preparados.
El recuerdo de mi entrenamiento hará que no te alejes de tu camino, haciendo nuevamente presente tu lugar ante Mi.