En un bonito tocador donde he dispuesto todo con antelación para tu llegada, das un último vistazo al espejo antes de convertirte en ella, la fémina que quiero para mi y que moldearé a mi gusto.
Suavizar rasgos faciales, estilizar visualmente la morfología, corregir la postura, definir los gestos…sentirse deseada.
Te inculcaré la importancia de los detalles mas ínfimos. Sentirse mujer, no solo parecerlo.